Judas es una cerveza de estilo Belga, más dulce que amarga, que quizás ayuda a que te confíes y cuando quieres darte cuenta, su alto contenido alcohólico se hace notar. Pero en su etiqueta puedes verlo: Graduación 8,5% vol. ¡Así que no puedes decir que no estabas avisado!. Y es que, quien avisa no es traidor.
El origen
A pesar de ser una cerveza con un poco más de treinta años (fue lanzada al mercado en 1986), la cerveza Judas está elaborada con una larga tradición cervecera belga. La Cervecería Alken-Maes de Waarloos (Bélgica), con origen en la Cervecería local Sint Michel de 1880, y que actualmente forma parte del Grupo Cervecero Heineken, es la encargada de elaborar esta cerveza de estilo belga, de alta calidad, aplicando las mejores prácticas cerveceras conocidas. Por algo esta magnífica cerveza fue reconocida con la medalla de plata en “Le Monde Selection” de 1989.
Así es la cerveza Judas.
Judas es una cerveza de tipo Strong Ale, estilo rubia belga. Elaborada con malta de cebada, trigo y mezcla de variedades de lúpulo de Bohemia. Tiene un color ambar-oro viejo y una espuma muy blanca, consistente y persistente. Su aroma es muy acentuado a frutas, con matices de cereal y lúpulo. El sabor puede ser intenso, donde predomina el dulzor de la malta sobre las notas amargas. De burbuja fina y cuerpo medio, deja al final en boca un toque dulce a caramelo.
Para poder disfrutar de las notas aromáticas de la cerveza Judas, tanto en nariz como en boca, debe servirse no muy fría (unos 6º grados aprox.) y preferiblemente en copa de tulipa, que permitirá disfrutar correctamente de su espuma y sus burbujas.
Sírvela acompañando con quesos frescos, embutidos o frutos secos. Puedes sorprender con platos donde la salsa de naranja o piña maridan a la perfección con Judas. ¡O si prefieres, con unos buenos bombones belgas!