La leyenda de Gambrinus, el rey de la cerveza

Fecha

Gambrinus, la leyenda del símbolo de Cruzcampo

¿Quién no piensa en el personaje rechoncho apoyado en un barril con una cerveza en la mano cuando piensa en la cerveza Cruzcampo?. Y es que nuestro querido Gambrinus se ha convertido en su símbolo.

Ya os contamos en nuestro post sobre el origen de Cruzcampo que este simpático personaje germánico se convirtió en la nueva imagen de la marca Cruzcampo en 1926. Ahora os vamos a contar más sobre las leyendas y mitos que le rodean, existiendo múltiples teorías sobre su origen.

El origen de Gambrinus se encuentra en los Países bajos, concretamente en la Edad media, y se le relaciona con varios personajes históricos o míticos. Una de las teorías establece la relación con Juan I (Jan Primus) o Juan Sin Miedo, duque de Borgoña, a quien se le atribuye la legalización del uso del lúpulo en el condado de Flandes.

Otra lo relaciona con Juan I de Brabante, un importante productor de cerveza que, según una leyenda, fue nombrado miembro honorario del gremio de productores de Bruselas.

También se le asocia con Gambrivius, mítico rey germánico que aprendió a hacer cerveza de la mano de los dioses, según el historiador alemán Johannes Aventinus en su obra Anales de Baviera, una compilación donde se mezcla historia con mitos y leyendas.

Juan I Duque de Borgoña
Juan I de Brabante

Pero la historia que más gusta y la que más popular se ha hecho, es la escrita por el escritor francés Charles Deulin, conocido por sus adaptaciones contemporáneas de los cuentos populares europeos. En sus relatos cortos llamados “Cuentos de un bebedor de cerveza”, aparece la historia de cómo “Cambrinus” se convierte en el rey de la cerveza tras su pacto con el diablo.

La leyenda de Gambrinus

El relato nos cuenta que el joven aprendiz Gambrinus, soplador de vidrio, se enamora de la hija de su jefe, Flandrine. Ella le rechaza cuando le declara su amor por no tener el estatus adecuado. Con el corazón roto se marcha de la ciudad, tocando su violín en sus viajes, para el cual tenía don. Pronto se hizo famoso, reclamándolo en su cuidad natal para oir su música.

Vuelve orgulloso a su pueblo con nuevas esperanzas de amor, pero el concierto resulta un desastre, pues se desconcierta al ver de nuevo a su amada y la música se convierte en un horror. Debido a los disturbios de la multitud por tal desastre de música, Gambrinus es apresado y encarcelado. Está tan destrozado que decide quitarse la vida, momento en el que se le aparece el diablo vestido de cazador y le hace una propuesta: su alma por un don que le ayudaría a obtener el amor de Flandrine. Y si no funcionaba, le ayudaría a olvidarla. Por supuesto Gambrinus aceptó.

Consiguió hacerse rico con su nuevo don, ganar apostando en el juego, pero el dinero no le importaba a Flandrine, que buscaba casarse con un duque o un rey. De nuevo derrotado, se encuentra con el diablo una vez más y le pide que le ayude, pues su nuevo don no le hacía olvidar a Flandrine. En esta ocasión el diablo le dio semillas para cultivar lúpulo y le enseñó a elaborar cerveza. Además le concede que todo el que escuche su música no podrá parar de bailar.

Gambrinus, el Rey de la Cerveza

Gambrinus se pone manos a la obra cultivando el lúpulo y montando su cervecería en la que tocaría su música. Invita a todos los habitantes del pueblo a probar su nueva bebida, la cerveza. Al principio el nuevo brevaje no gusta mucho pero Gambrinus usa su música para hacer bailar a todos durante horas provocándoles sed y qué mejor que una cerveza para calmarla. Pronto la bebida se convierte en tal éxito, extendiéndose su consumo por todo el país, que el Rey le otorga a Gambrinus el título de Duque, aunque él prefiere el título que le dan los ciudadanos, el Rey de la Cerveza.

Gambrinus continuamente organiza fiestas, codeándose con la clase alta, y bebiendo cerveza. Fladrine mientras espera que Gambrinus le pida de nuevo su mano, ahora que ha alcanzado el estatus, pero pasa el tiempo y no sucede. Así que ella decide ir a visitarlo con las esperanzas puestas en la propuesta de matrimonio pero se lleva una gran sorpresa al comprobar que ni siquiera la reconoce cuando se presenta ante él.

El diablo había cumplido su promesa, Gambrinus había olvidado a Francine gracias a la cerveza.

Llegó el día en que el diablo vuelve para cobrarse el alma de Gambrinus, tal como habían acordado. Gambrinus al verle, cerveza en mano, comienza a tocar su música, viéndose el diablo obligado a bailar. ¡Ni siquiera el mismísimo diablo podía resistirse!.

Para que Gambrinus parase de tocar y así liberarse de la maldición, el diablo le ofrece romper el acuerdo y liberar su alma. Gambrinus satisfecho le ofrece un barril de cerveza al diablo, el cual se la toma de un trago y se marcha con la promesa de volver a por su alma cuando él haya muerto.

Tras muchos años bebiendo todo el tiempo cerveza, Gambrinus murió, llegando la noticia al diablo. Pero cuando éste llegó al lugar dispuesto a hacerse con su alma, lo único que encontró fue un barril de cerveza, aceptando finalmente que nunca tendría el alma de Gambrinus, Rey de la Cerveza.

Una gran historia que contar mientras se disfruta de una cerveza Cruzcampo, ¿verdad?.

Y recuerda, ponte en contacto con nosotros si te quedas sin ella.

 

Fuentes: The Beer TimesLoopulo, Wikipedia