¿Sabías que el sabor de la cerveza, tal como la conocemos hoy en día, se lo debemos a una abadesa?
La cerveza es una bebida que está muy relacionada con las mujeres. Hoy, en el día internacional de la mujer, queremos hablar de la importancia que la mujer ha tenido en la elaboración de esta bebida, siendo un gran referente Hildegarda Von Bingen.
Los inicios de la mujer y la cerveza
Desde las antiguas civilizaciones, como la sumeria y babilónica, las mujeres eran las taberneras, encargadas de la elaboración casera y venta de la cerveza.
De hecho se pueden encontrar deidades femeninas asociadas con esta bebida, como la diosa sumeria Ninkasi o la diosa egipcia Tenenit.
En los pueblos nórdicos también existía una diosa llamada Raugutiene, que brindaba protección celestial sobre la cerveza. Las mujeres eran exclusivamente las que se encargaban de elaborar la cerveza, llamada “Aul”, que se servía para celebrar las conquistas.
Llegamos a la edad media, y durante esta época la elaboración de la cerveza seguía estando principalmente en manos de las mujeres, las cuales a veces aportaban distintas hierbas para aromatizarla. La cerveza era importante en la dieta familiar, tanto por aportar nutrientes como por no transmitir enfermedades, ya que el agua a veces estaba contaminada con bacterias. Y aquí es donde aparece nuestra protagonista: Hildegarda Von Bingen
Hildegarda Von Bingen, más que una regiliosa.
Durante esta misma época, la edad media, comienza también a ser frecuente la elaboración de la cerveza en monasterios y conventos. En estos últimos era de esperar, al recibir mujeres que habían aprendido la elaboración de la bebida en sus casas.
En un pequeño convento benedictino agregado al monasterio de Disibodenberg, en el siglo XII, es donde Hildegarda de Bingen se convierte en la personalidad más influyente, polifacética y fascinante de la baja Edad Media. No era una religiosa al uso . Esta monja inteligente, culta y visionaria, desarrolló varias facetas a lo largo de su vida, siendo teóloga, filósofa, compositora musical y pionera de la medicina holística.
Y en su investigación médica, descubrió que el lúpulo no solo era una planta medicinal sino también un poderoso aliado para la conservación de la bebida, por sus propiedades antibactericidas, evitando así enfermedades y muertes por las aguas insalubres. De esta forma, es a ella a quien le debemos el sabor amargo característico que conocemos de la cerveza.
Así que cuando tomes una cerveza, piensa que gracias a mujeres con Hildegarda, disfrutamos de esta bebida tan popular. ¡Brindemos con una cerveza por ellas!.