En este nuevo año, los bares y restaurantes de nuestro país deberán ofrecer al cliente la posibilidad de llevarse la comida sobrante en envases sin coste adicional.
El pasado Diciembre del 2022, entró en vigor el Real Decreto 1021/2022, de 13 de diciembre, por el que se regulan determinados requisitos en materia de higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor.
Entre algunas de sus novedades, concretamente el Artículo 18 sobre Empleo de recipientes reutilizables aptos para el contacto con alimentos, establece en su punto 5 que “los establecimientos de restauración y hostelería deberán facilitar a la clientela que pueda llevarse, sin coste adicional alguno, los alimentos que no hayan consumido, salvo en los formatos de servicio de bufé libre o similares donde la disponibilidad de comida no está limitada, e informar de esta posibilidad de forma clara y visible en el propio establecimiento. Para ello utilizarán envases que sean aptos para el uso alimentario, reutilizables, o fácilmente reciclables….”
También se aceptará que el cliente aporte su propio recipiente, quedando exento de responsabilidad el hostelero de los posibles problemas de seguridad alimentaria derivados del uso del mismo.
Lucha contra el desperdicio alimentario
Este Real decreto se engloba dentro de la lucha contra el desperdicio alimentario, reforzando así el Proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario que ha entrará en vigor este año, en cuyo artículo 8 establece la misma obligación de ofrecer envases, tal como se ha mencionado anteriormente.
Respecto al desperdicio alimentario en hostelería, según el estudio realizado por La Federación de Asociaciones de Cocineros y Reposteros de España (Facyre), sobre la gestión de residuos dentro de los establecimientos de los 900 hosteleros encuestados, solo en el 37,1% de los negocios el cliente se lleva la comida sobrante a casa y el 49,9% de los desperdicios alimentarios terminan en la basura.
Con el fin de luchar contra este desperdicio en la hostelería, en el Proyecto de Ley anteriormente mencionado, encontramos en su artículo 12 un modelo de buenas prácticas, junto con la Administración pública, que permita incorporar criterios de compra sostenible y de calidad (alimentos frescos de temporada, locales o ecológicos), promover la flexibilización de los menús, fomentar la donación de alimentos con fines sociales y la entrega a instalaciones de compostaje de los restos alimentarios.
Normativas que buscan una mayor concienciación social sobre un consumo responsable de alimentos y reducir el desperdicio alimentario, mejorando así un problema que afecta a todos.